Agüita, dulce dulce agüita

Al fin llovió... se escuchan algunos truenos y el agua no para de caer... al fin. Este mediodía, la sensación térmica llegó a los 49 grados... me estaba cocinando viva y mi casa era un horno.

Pero ahora... puedo respirar y tengo todas las ventanas abiertas de la casa. Mi perrita y su hijito (que esta de visita, ya que nos pidieron que lo cuidáramos estos días) están dentro de casa. Mi gatita esta debajo de la cama, ya que las tormentas le dan miedo después de una lluvia de granizo muy fuerte que tuvimos hace dos meses, pero estoy segura que también esta feliz.

Lo más importante, es que todos los malos humores que tenía se fueron junto con el agua de lluvia. Ya no estoy tan enojada con todo y no me importa tanto que el agua no haya vuelto todavía (bueno, eso si me enoja un poco). Ni siquiera me molesta que el cable se corte por la tormenta. Sólo estoy relajada y disfrutando del vientito fresco que roza mi cara. Mi familia está durmiendo la siesta, y mi hermano mayor está de vacaciones, así que soy la única despierta en la casa. Hay tanta tranquilidad... que me baja sueñito.

Me siento muy bien hoy, comparado con como me levanté. El calor sofocante me despertó temprano (va, no muy temprano, pasa que estoy de vacaciones y duermo hasta muy tarde) y ni ganas de armar la cama tenía. De hecho... sigue desarmada jajjajaa, es que soy muy vaga!!

Como estaba un poco aburrida me puse a descargar un juego de pokemon para jugar con un emulador en la compu. No me gusta pokemon, pero tengo que admitir que esos juegos son super adictivos.